Organizar la habitación de los reyes de la casa puede convertirse en un auténtico quebradero de cabeza. Es imprescindible crear un espacio en el que se puedan combinar juegos y estudio. El lugar donde se colocará el escritorio resulta imprescindible.
Los niños necesitan su espacio y según van creciendo mucho más, ya que van necesitando crear su particular independencia.
Su habitación es su territorio, el lugar en el que juegan, estudian y descansan y ellos han de contar con voz y voto a la hora de decorarlo.
El problema llega cuando la habitacion no tiene demasiado espacio y es necesario colocar un escritorio en el que puedan hacer sus deberes, colocar el ordenador y sobre todo que cuente con la suficiente luz para que no sea perjudicial para su vista.
Escritorios integrados o independientes
Dependiendo del estilo que le hayamos dado a la habitación, podemos comprar el escritorio acorde con el resto de los muebles o de forma independiente.
En este último caso los escritorios independientes dan mucho más juego porque se pueden colocar en rincones separados del resto del mobiliario, lo que de alguna manera genera una separación también emocional entre los juegos y el tiempo libre, con el tiempo de las obligaciones.
Al no ir integrado con el resto de los muebles, podemos elegir otras tonalidades e incluso materiales para diferenciar aún más los espacios.
Aprovechar la luz natural de las ventanas
Por otra parte en el caso de los escritorios integrados en el mobiliario, generalmente suelen ir colocados junto a la cama o el armario. La gran ventaja es que se ahorra espacio al pertenecer todos los muebles a un mismo módulo.
A la hora de colocarlo, lo ideal es hacerlo en el espacio opuesto al que se encuentran el resto de los muebles, pero intentar siempre que esté cerca de la ventana para aprovechar la luz natural.
Las ventanas son también un elemento de distracción, por lo que si podemos colocar el escritorio de tal manera que entre luz sin que se vea lo que hay fuera, mejor. Ayudará a los niños a que se concentren mucho más.
Separar la zona de ocio y de estudio es básico para sacar el máximo partido a la habitación.